
Hoy, he descubierto que tengo un superpoder.
Fuera de coñas, cuando hay una persona embarazada cerca de mí lo noto. No sé por qué extraña razón me pasa esto pero han sido varias las ocasiones.
Cuando aquel día aparecí en la sala de arriba de capoeira y me preparé para hacer estiramientos y Branca apareció por la puerta. Pensé: “Está embarazada”. Ni cinco minutos después estaba sacando ecografías del bolso. O cuando PrimoP se casó con PrimaV y pasaron unos meses y nos llamaron por teléfono anunciándonos de que esperaban un bebé. No me sorprendió nada porque llevaba tiempo pensándolo. Eso sí, la porra del día de su nacimiento la perdí, como todas las apuestas que hago, por gafe. Y hoy, cuando en clase de gimnasia todo el mundo se ha puesto a gritar he pensado “Eso es que la profesora está embarazada.” Y así es.
Parece ser que las hormonas le están suavizando la caña que nos solía meter. Porque ahora ya no dan ganas de enviarla a un campamento militar o al Gran Prix para inventar recorridos tortuosos que ponen a prueba tu sentido del ridículo y la resistencia de tu cuerpo bajo la lluvia o el calor del sol. Ahora lo que da es ternura de... no se le vaya a caer el palo de la red de voley-ball o esa caja parece que pesa mucho.
Tener superpoderes está bien, aunque te joden toda la sopresa.
Al que de verdad deben darle ganas de enviarla a un campamento es a Mickey. No sé por qué tanto odio, si aunque algunos circuitos sean ridículos es la profe más soft que podíamos tener para EF. Vamos, yo no tenía ni zorra de que realmente no era de bachiller, sino que sólo daba a los de la ESO.
ResponderEliminarBesico de amol pa nuestra Aquarela. ♥
Ajajaja, qué pechá a reír leyendo esto, y ya lo mejor ha sido lo de tu profesora de gimnasia, jajajaja.
ResponderEliminarPor lo menos tú tienes superpoderes y no eres una cutre como yo (aunque ahora que lo pienso, si tan vieja soy, ¡igual soy inmortal! Oye, que hasya ahora no hay pruebas de que no lo sea).
¡Saludos!