El arte es una mentira que nos permite decir la verdad.
Pablo Picasso

viernes, 28 de octubre de 2011

Amigos. Silhouette. La inseparable amiga de la infancia.

Inspirada en el conjunto de posts que Silhouette escribió hace poco tiempo, he venido a traeros algo que vive muy dentro de mí. Algo que me hace vivir. Mis amigos. Y quién mejor para empezar, que la persona que me ha impulsado.





La manera en la que conocí a Silhouette no es sorprendente, pero sí inquietante. Y muy tierna.
Todo comenzó cuando me cambié de colegio, tenía cinco años y empezaba la escuela primaria. Elegí sentarme en una mesa al lado de otra niña. Cada vez que esta se levantaba a entregar los deberes, yo sentía toquecitos en el brazo, y cuando me giraba, siempre estaba Silhouette sonriendo.
Silhouette era una loba solitaria que libraba las batallas por sí misma y tenía un romance (de esos que se tienen cuando eres pequeño y sientes la enorme necesidad de tener novio, y te da igual quien sea porque al rato puedes tener otro) con el pelota de la clase. Era la pareja más disfuncional que he conocido en mi vida. Y además hasta se ponían apodos el uno al otro. Viendo a la evolucionada Silhouette, no puedo creer que alguna vez haya hecho eso.
A Silhouette no le gustaba jugar a papás y a mamás, no le gustaba jugar a la guardería, no le gustaba saltar a la comba. Silhouette tenía un lobo con el que viajaba por el mundo resolviendo misterios con sus poderes de luz. Así que era normal que tarde o temprano empezáramos a ser amigas. Porque yo tenía un dragón que descansaba en el tejado del colegio y me llevaba a casa volando después de salvar a unos cuantos niños con mis cada día diferentes poderes. Además ambas teníamos hijos de la misma edad. Siempre sentí una especie de lástima hacia los suyos cuando Silhouette los mandaba callar con voz autoritaria.
Antes de conocer a Silhouette yo no me había comido una oreo en mi vida, tampoco había visto Oliver y su pandilla, no me había leído ningún libro de Los Cinco, y nunca había tenido un amigo con el que ir a todas partes. Silhouette y yo, jugábamos a todas horas, nos daba igual qué pasara a nuestro alrededor, todo era un juego en el que usar la imaginación. Puede que ella no se acuerde, pero Silhouette y yo, nos regalábamos algo cada semana. Silhouette y yo, coleccionábamos las mismas revistas, veíamos los mismos dibujos animados, y nos llevábamos peluches en la mochila. Silhouette y yo, fundamos un equipo de salvamento médico en el patio del recreo, lo convertimos en el país de la fantasía donde cada una de las áreas era un territorio por explorar, pintamos con barro fabricado por nosotras la pared noreste del colegio, pusimos en funcionamiento el periódico-revista del colegio, y plantamos un pistacho al que regábamos, cantábamos y contábamos cuentos a diario. Nunca creció.
Pero nosotras sí, y nuestra amistad también. El grupo se hizo grande, pero eso no nos impidió seguir como antes. Como hasta ahora. Porque hemos tenido problemas, pero siempre se han solucionado. Y somos las supervivientes de algo roto. Siempre lo hemos sido.
Silhouette y yo nos hemos visto crecer la una a la otra mientras se producía uno de los fenómenos más extraños del mundo. La continuación de la amistad. Pese a que cambiamos, no dejamos de tener cosas en común, aunque somos diferentes. Silhouette siempre ha sido la constancia y la concentración, y yo las relaciones públicas idealista y distraída. Nos complementamos. Y pese a no estar juntas todo el día, igual que antes, no nos atormenta la idea de perdernos mutuamente, porque sabemos que gire lo que gire la vida, nuestra amistad es especial, y si una necesita a la otra, va a estar ahí. Aunque no nos abracemos a menudo (creo que he abrazado a este personaje diez veces contadas en doce años), aunque no nos solamos decir cosas bonitas, aunque nunca expresemos en voz alta lo a gusto que nos sentimos juntas y la alegría que nos da vernos. Es retórica. Es literatura.
Y el tiempo ha ido pasando conmigo haciendo comics y dibujando a todas horas, y Silhouette, a mi lado, coleccionando anécdotas e inspirándose con todo. Porque Silhouette no ha sido nunca persona de perder el tiempo. Silhouette, aunque no sepa lo que quiere, no se queda quieta. Silhouette, aunque esté triste no se hace la víctima, no es una persona débil, no es una persona que se achante y se acobarde. No es una persona que se deje amedrentar por la opinión pública. Silhouette es una brisa natural y espontánea, que, si eres afortunado, te sopla en la cara. Y si eres lo suficientemente inteligente para notarla, y no dejarla ir, has ganado un tesoro.



Así que, dos luchadoras de la justicia compañeras de lobos y dragones, se unieron para resolver, juntas, los misterios de crecer, de madurar, de vivir.



Silhouette, nunca te lo digo, pero tú lo sabes.

4 comentarios:

  1. Eh, que sepas que todavía tengo a Pedro (se llamaba así, ¿no?) por algún rincón de mi cuarto. ¿Te acuerdas cuando se nos colaron e una ventana y los tuvo que rescatar el conserje? xDD Y, ay madre, que humillación pública al principio del post xD. ERA UNA ACOSADORA EN POTENCIA. Y mis hijos niños maltratados con traumas infantiles que, en un futuro, protagonizará un libro de Zafón.
    Jo tronca, qué bonito. Casi lloro y todo. Y, obviamente, esto queda oficialmente robado.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, esta entrada es muy personal, pero en muchos aspectos coincidis conmigo y mi amistad de toda la vida.
    Porque en muchas ocasiones, no nos hemos dicho lo que nos apreciábamos, pero hay que pensar que eso no se demuestra con palabras, sino con el tiempo, y después de doce años (y los que nos quedan) se demostrará.

    Así que confio en vosotras para que hagais lo mismo ^^

    ResponderEliminar
  3. ¡Es una entrada preciosa!
    Jo, no sé qué decir. Pero esto hace ver a quien no lo sepa, que la amistad es un tesoro y algo muy bonito, que muchos no valoran en su vida.
    Sinceramente, me encanta la forma en que lo has contado todo. Ah, y espero que sigais siendo amigas durante toda vuestra vida, aunque creo que queda claro que así será =).

    ResponderEliminar
  4. Hey. El mero hecho de que una amistad dure tantos años ya es señal de que hay algo de lo que carecen la mayoría de las relaciones de hoy en día. No soy el más indicado para decirlo, ni es que sea muy original, pero es muy bonito que una persona se acuerde de ti de esta forma. En fin, que sigáis así durante innumerables siglos, que, como decía no me acuerdo que canción "Hay muchos conocidos, pero amigos 2 ó 3".

    Un Kuru-Shoot (¡es que lo saludos están vistos!).

    ResponderEliminar

Deja que las palabras fluyan de tí y traigan a mi playa tu sonrisa.