Instantes esporádicos el corazón se desboca.
En viajes nocturnos asalta la sensación.
Minutos perdidos, hundidos en el mundo interior.
Y aparece de nuevo.
Una inesperada flor.
Los naipes se derrumban con un soplo.
Todo es silencio, excepto las repentinas palabran.
Esas que hacen flotar de nuevo.
Y las que agarran fuerte y firme a la tierra ese ente.
Incapaz de quedarse allí mucho tiempo.
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Deja que las palabras fluyan de tí y traigan a mi playa tu sonrisa.