El arte es una mentira que nos permite decir la verdad.
Pablo Picasso

martes, 14 de junio de 2011

Kanon de belleza enfermizo.


Princesa tiene un juego en el móvil en el que tienes que hacerle una limpieza exfoliante a un rostro lleno de acné y puntos negros. Es asqueroso. Pero no sólo por la pus que sale del grano recién explotado, ni por la grasa de los poros, sino por el significado en sí.
"La belleza". Es la eterna búsqueda. Encabeza el ranking de la expedición a lo imposible. Incluso por encima de la eterna juventud. Desde que somos pequeños nos enseñan modelos que se supone tenemos que imitar para gustar, para atraer. Todo el mundo se pone a dieta, si comes eres una gorda ordinaria. Todo el mundo se peta en el gimnasio, si no lo haces eres una vaga. Todo el mundo está siempre pensando en estar "bello", en parecerse al kanon. Un kanon enfermizo, el de un adolescente anoréxico. Si no cumples el kanon eres un fracaso. Y la gente empieza a enfermar física y psicológicamente. Empieza a maltratar su cuerpo con bisturís, con pastillas, con lasers, con vomitos intencionados, largas jornadas sin comer y sobreesfuerzos.
Lo peor de todo es que hasta la gente con personalidad va perdiendo confianza en sí misma hasta convertirse en una persona insegura.
Como me pasa a mí. Me da verguenza ir en bañador, me da verguenza hacer gimnasia con ropa ajustada, me da verguenza que me miren, me da verguenza ir a sacar al perro con las gafas puestas y cruzarme con alguien porque me siento fea. ¿Qué fue de la naturalidad? ¿Qué fue de llevar el pelo desordenado (en eso soy experta), de no ir maquillada, de ir en chandal?
No es sano estar pensando siempre en querer cambiarte a ti misma, y por desgracia es lo que hago. Porque si me miro al espejo y me veo pienso "Soy guapa" pero si me miro desde los ojos de los demás veo una cara rechoncha, unos pechos pequeños, un flotador.
Se supone que la belleza es buena. Que el arte es bello y por tanto bueno. Pero prefiero no entrar en la Kalokagathía y en la mentalidad griega que gracias a su relativismo consensual y libre nos ha inculcado a las generaciones futuras miedo al fracaso y culpabilidad cada vez que uno se come un plato de espaguetis a la carbonara o un donut.
Ojalá pudiera cambiar eso. Pero sobre todo, ojalá pudiera cambiar mi manera de pensar. No mi físico, sino mis complejos. Eliminarlos y que me diera igual. Quiero conseguirlo. Hay gente que piensa que soy guapa y eso me anima porque muy poca gente me lo ha dicho a la cara y siempre me he sentido a la sombra de los demás.
Es mi proyecto: Quererme.

4 comentarios:

  1. Vale, tu descripción de ti misma no es NADA acertada. Lo de las gafas es una chorrada, muchas personas las llevan y no las miran raro ni nada. Y no te quejes que yo antes de que tú me conocieras (creo) llevaba un twister. Eso sí que era HORROROSO.
    ¡Saludos!

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  2. Ay, si supieras lo que mucha gente se calla... Como yo me callé hasta el día de ayer, y ya sabes qué es. Nunca sabrás si alguien más lo piensa, por más que lo niegue o no lo diga.

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  3. ¿No jodas? ¡Qué fuerte! xDDDDDDD

    PD: La palabra de verificación es "matess" xD

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Deja que las palabras fluyan de tí y traigan a mi playa tu sonrisa.