El arte es una mentira que nos permite decir la verdad.
Pablo Picasso

domingo, 5 de febrero de 2012

Respuestas bajo las piedras.

Mi profesor de arte del instituto, Patillas, nos manda a veces trabajos escandalósamente raros. Uno de ellos, hace tiempo, fue hacer una escultura con basura. Nos dijo que fuéramos atentos porque en cualquier lugar, en cualquier momento podríamos encontrar algo con lo que hacer la escultura. Además, nos contó que los grandes artistas, cuando tienen en mente hacer una obra, sin darse plena cuenta, entrenan el subconsciente para estar en busca de inspiración. Al igual que los diseñadores o los escritores. Esto quiere decir, que aunque ellos no estén totalmente pendientes de encontrar materiales con los que trabajar, temas que abordar o maneras de hacerlo, en cuanto algún aspecto de sus vidas les da una pista, ellos la atrapan.
Esto me impactó bastante. Me pregunté cómo haría para ir caminando por la calle, mirar una piedra o un contenedor y pensar en el trabajo que tenía que hacer. Generalmente cuando una persona va por la calle no está buscando materiales, va escuchando música y mira una piedra como mira un cacho de rama, sin que le salte la chispa de la inspiración, a no ser que sea un objeto o forma muy evidente que consiga llamarnos la atención.
Tengo que decir que no conseguí hacer lo que se me pidió. Cuando quedaba una semana para entregar el proyecto, a toda prisa busqué por mi casa cosas que no me sirvieran para construir mi escultura, que resultó ser un pájaro con un mecanismo de reloj en su interior (una caja metálica de caramelos).
Cuando tenemos una duda complicada, sobre un tema de controversia, o cuando no queremos afrontar una pregunta que te haces continuamente tendemos a pensar que la respuesta es demasiado complicada de encontrar, por lo que dejamos de buscarla. Esto a veces nos puede hacer sufrir. Porque si no se afronta lo que se tiene delante o si no se reconoce que no suele ser difícil, sino doloroso o si se aparca el tema, adiós muy buenas, la energía negativa va calando en nosotros.
A menudo, son preguntas tan dolorosas o tan enrevesadas o con tantas opiniones dispares, que no se pueden contestar en el momento. Entonces es cuando podemos comenzar a entrenar a nuestra mente para encontrar respuestas. Para relacionar cualquier reflexión o pensamiento que pueda llegar a nuestros oídos y formarnos una opinión. Podemos ir caminando por la calle, encontrar una piedra y encontrar un mundo. Y personalmente, para mí, no hay muchas cosas más satisfactorias que tener un momento de lucidez en el que te das cuenta de algo, en el que las respuestas comienzan a surgir por todas partes y de pronto, todo parece más fácil.

1 comentario:

  1. No sé como diste con mi blog; pero me alegro muchísimo que te fijaras en una de sus entradas y comentaras; así he conocido el tuyo.

    Tienes demasiada razón, en ocasiones, hay preguntas a las que no es que no queramos ni podamos darles respuesta... sino que somos incapaces de fijarnos, hasta que aparece ese momento de lucidez del que hablas y entonces solémos decirnos a nosotros mismos "no era tan difícil".<

    Un saludo!

    ResponderEliminar

Deja que las palabras fluyan de tí y traigan a mi playa tu sonrisa.