El arte es una mentira que nos permite decir la verdad.
Pablo Picasso

lunes, 29 de agosto de 2011

EBV '11: Primer día. Conecta con Fe.


Pocahontas, Drums y yo hemos pasado casi todas las tardes del mes de Agosto encerradas en una habitación construyendo Nueva York con cartones. Sobretodo Pocahontas y yo. Pero Drums compraba comida para mantenernos vivas y eso es de agradecer.
La ciudad estaba destinada a ser los decorados de la EBV en nuestra cherch. Se hace cada verano. Los niños van súper emocionados a jugar, cantar, bailar, hacer manualidades y aprender historias bíblicas. Por supuesto hay un stand muy majo para comer y beber a media mañana. Todo gratuíto.
He pasado toda mi infancia llendo año tras año, viendo a otros niños y encariñándome con mis monitores que nos hacían pasar unos ratos de lujo haciéndonos botar como locos con canciones como la del tallarín, aranchanchan o el boogi-boogi. Este año ha llegado mi turno de ser monitora. De manualidades nada menos.
Este año el tema es "Aventura en la Gran Manzana". Inspirada en Nueva York.
Tras terminar con la decoración (edificios, estatua de la libertad, times square llena de anuncios manipulados, y hasta un taxi que ha servido de cebo en la entrada para atraer a más niños), estaba preguntándome si valía la pena haber trabajado tanto para tan sólo una semana. Aunque los decorados se vayan a conservar hemos gastado gran presupuesto y muchas horas de trabajo.
Pero hoy, cuando he visto llegar a los niños correteando entre los edificios, señalándo el anuncio de don Dino de Times Square, cuando he visto a los responsables asintiendo con aprobación, cuando he visto que estábamos prácticamente en medio de Nueva York he sabido que sí, que será genial.
No estaba muy segura de si podría lidiar con tantos niños tan diferentes sin quedar en ridículo, o sin saber qué decir, cómo actuar, qué hacer para que se sintieran a gusto. Nunca he tenido mucha confianza en mí misma. Pero con dos narices he inscrito a unos cuantos niños, les he colgado una pegatina al cuello con sus nombres, los he sentado en el suelo para que escucharan el mensaje de bienvenida y me he dirigido al área de manualidades a colocarme en mi puesto con mis compañeros de manualidades esperando al primer grupo de nenes.
Los hemos dividido por edades en cuatro. El primer grupo (4 y 5 años), los Knicks son amores. Pequeñitos y cantarines, a algunos les ha costado despedirse un poco de sus papás pero cuando se han soltado han pintado y bailado como el que más. El segundo (6-8 años), Brooklyn, son tímidos pero muy trabajadores y generosos. El tercero (9 y 10 años) , Manhattan es una locura. Son un montón de niños hablando y agitando pegatinas y colores al aire. Pero con muchas ganas de pasarlo bien. Y el último (hasta 14 años), Broadway, es pequeño, tranquilo y gracioso.
Al principio con Brooklyn no he sabido muy bien qué hacer porque era la primera hora y los niños estaban muy cortados, no se conocían y no hacían nada por conocerse (yo no recuerdo no hablar con los niños a mi alrededor cuando era pequeña, más bien estábamos alborotando siempre). Pero me he esforzado y les he ayudado con la manualidad.
Ha llegado un momento en el que me he empezado a soltar. Con Manhattan. El área de manualidades se separa del de música con una cortina, por lo que oímos todas las canciones. Es una sensación genial estar pintando oyendo como otros niños bailan con música, sabiendo que tú lo vas a hacer un rato después. El caso es que me he puesto a bailar y a hablar con todos los niños y les he gustado. Les he gustado mucho. Me llamaban a todas horas. “¡Profe, profe! ¡Seño!” Al principio no he hecho ni caso, no sabía que se referían a mí, pero cuando me he dado cuenta me han alegrado el día. ¡Ha sido genial!
Algunos nenes han llegado más tarde, me he encargado de hacerles la ficha y de hablar un poco con ellos si eran muy tímidos. Ha venido un grupo de cuatro niños que he subido a sus clases y he hablado con los padres de un montón de ellos. Parece ser que no se me da tan mal hacer de relaciones públicas.
A la hora del descanso los niños me preguntaban si podían beber coca-cola, o me decían que querían agua, o un bocadillo. Se reían cuando me veían interactuar con los demás monitores de la EBV (todos miembros de Resistencia). Nos seguían y se hacían fotos con nosotros. Tenemos unos cuantos fotógrafos dando guerra por ahí.
La siguiente hora ha sido más tranquila porque nos tocaba con los más mayores, que han trabajado bromeando codo a codo con nosotros. Y la última, con los pequeñines, me he sentado en los bancos y he pintado con ellos. Cada niño es un mundo, de verdad.
Cuando todo a acabado, los niños venían a despedirse de mí para avisarme de que se iban con sus mamás, se quejaban de que se había acabado y se sentían mal por no haber terminado las manualidades. Pero convenciéndoles de que nos veíamos otra vez mañana y de que no pasaba nada, se han ido más felices que unas pascuas contándoles a sus papás qué habían hecho.
Hoy he sido un culo inquieto. Para arriba y para abajo, saltando y pintando con los niños la manualidad del día. Una silueta de edificios de cartulina doblada en forma de acordeón que con etiquetas decoradas por los niños formaban la frase “Por fe”.
Los organizadores tuvieron fe en mí para hacer los decorados, para ser monitora. Yo no la tenía, pero como los niños, hoy he aprendido que hay que confiar. No sólo en tí mismo. Si confías es mejor, puedes llevarte sorpresas.

1 comentario:

  1. Ohh qué bonito. Jo, yo me acuerdo del año que fui y era la mar de divertido, que hicimos el pollito ese que se mes destruyó en nada no sé cómo xDD.
    Y yo sí que te veo manejando a un grupo de críos, tienes un carácter amable pero fuerte que hace que la gente te quiera hacer caso. Me entero ahora de que no tienes mucha confianza en ti misma, yo siempre te he visto muy segura de lo que haces xD.

    ResponderEliminar

Deja que las palabras fluyan de tí y traigan a mi playa tu sonrisa.