Special Free Bonus.

¿Quién de aquí es pobre? Que levante la mano. Y, por favor, entendamos pobre como persona medianamente rácana que aprovecha cualquier descuento posible, mendiga libros, regatea en las papelerías, y compra siete camisetas iguales porque están de oferta.
Bien, pues desde que tengo uso de razón, yo soy una de esas personas. En el Antiguo Régimen, seguramente hubiera sido una pobre artesana con inquietudes culturales desbordantes que se vería obligada a colarse en la casa del profesor del pueblo y leerse sus libros mientras grita como la que más en los motines del mercado.
He de reconocerlo (y vosotros también, granujas), soy una luchadora desde que mi madre me parió. Así como ella es luchadora desde que la parió la suya, que también lo fue desde... desde el principio de los tiempos, cuando mis antepasados eran todos pacíficos trogloditas que establecían relaciones de vasallaje con los dinosaurios.

Tataratataratataraabuelatroglodita: Mira maho, o asepta' el trato o na'. Tu me da' una parte de to' lo' bissho' que ha' casao, y yo no le digo na' a naide de que etta' aquí pa' que no vengan a matarte. Y si ere' bueno, te quito la' pulga'.
Dinosaurio: My lady, temo que no puedo negarme a tan tentadora oferta.

Después de una amena introducción va siendo hora de presentar el tema principal que hemos venido a criticar hoy.
Hay que buscarse las habichuelas. Y hay que aprovechar todos los bonos, ofertas, becas y descuentos que te dé la vida. Pero chicos, no puede haber bonos para todo.
He sido conocedora últimamente de una extraña ley.
Cuentan las malas lenguas, que existe un bono especial para matar. Os pongo en situación. Un asesino mata a alguien, llamémosle Alguien1. Se le imputa un cierto tiempo en la cárcel. Ahora mata a dos personas. Alguien2 y Alguien3. Sufre los correspondientes años de pena.
Bien, pues llega un momento, en el que el número de años deja de aumentar. El asesino tiene un bono especial para seguir matando indefinidamente a todas las personas que quiere al pagar cierto número de años de cárcel. Pongamos que nuestro asesino empezó a matar con veinte años. Si el número máximo de años de cárcel es treinta, a los cincuenta años saldría tan campante de la cárcel.
Algo que está malmalperomal, peor que la educación es la justicia. Es como aquel hombre, Manuel Arce, que hacia lo que le salía de los mismísimos, no celebraba los juicios, insultaba a sus funcionarios, llegaba tarde al trabajo, se le expulsaba temporalmente pero no se le sustituía. El tio acumuló diez años de casos.
Yo no estoy a favor de la pena de muerte. Me parece una burrada. Los asesinos no tienen derecho a quitarle la vida a nadie, pero no es justicia quitársela a ellos, es venganza. Ahora las cárceles no son cárceles, son centros comunitarios llenos de actividades divertidas para pasar el rato. Vamos, te lo pasas mejor en la cárcel que en tu casa. Es genial que sea así para las personas cuyos delitos son menores, pero un violador o una asesino deberían estar en cadena perpétua haciendo servicios comunitarios.
¿Qué opinais?